Al ser la primera vez que hago una crítica, voy a intentar
no irme mucho por las ramas y centrarme en lo que realmente me pone de mal
humor.
¡Bueno, pues, allá vamos!
Mi crítica está centrada en las ofertas laborales, más que
en las ofertas, en los descalificativos, en los términos machistas, feministas,
racistas, etc., que actualmente se siguen utilizando, en muchas de ellas, a la
hora de redactarlas.
Leyendo el Periódico “HOY” he encontrado una noticia que me
parece vergonzoso que en pleno siglo XXI tengamos que seguir leyendo. Esta
noticia decía que un bar de Asturias buscaba camarera con mucho pecho y que
llamase la atención. La atención me la ha llamado a mí, más bien.
Pues bien, mirando la noticia he encontrado otra página en
la que te explica mejor el panorama, y en el margen te ofrece multitud de
imágenes de ofertas de empleo que calificaría como indignantes, por lo menos
eso me parece a mí.
Tanto la noticia como estas imágenes hablan por sí solas.
Pero aun así puedo decir que me parece penoso que actualmente nos tengamos que
encontrar este tipo de cosas, este tipo de ofertas que hacen referencia al
machismo, al feminismo, al racismo, a descalificativos…etc.
Nos hemos dejado convencer o hemos querido convencernos de
que hemos evolucionado, de que nuestra manera de pensar ha cambiado, de que ha
mejorado la posición de la mujer en el mundo laboral, de que somos todos
iguales. En definitiva estábamos convencidos de que la sociedad había mejorado.
En realidad, viendo estas cosas no considero que hayamos ni evolucionado y
muchos menos mejorado, considero que volvemos a la era pasada, en la que la
mujer solo servía para estar en casa o exhibirse, en la que era un objeto, en
la que las personas con limitaciones en las actividades debían estar encerrados,
en la que los inmigrantes estaban destinados a los trabajos forzosos o eran
esclavos, entre otras miles de brutalidades más.
Estás cosas me hacen dudar en si es verdad que estamos tan
avanzados como nos hacen ver. Es verdad que muchas de estas ofertas son de
broma, de mal gusto claro, ya que hay muchas personas que necesitan un empleo. Pero
es una lástima que otras muchas son de verdad, pero aún es peor que estas
ofertas tengan que ocupar un espacio en los medios de comunicación.
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